Por Antonio Sandoval
El endeudamiento de los gobiernos en México ha sido una constante cuando menos en los últimos 50 años; lo malo son las consecuencias, especialmente para el mexicano “de a pie”, que muchas veces no tiene tan claro a cuánto asciende la deuda pública. Y es que no es fácil dimensionar el tamaño descomunal de la deuda que aumenta sexenio tras sexenio.
En México y en el mundo, operar deficitariamente las finanzas públicas solamente es posible con deuda, con nuevos impuestos o con grandes expectativas de crecimiento económico futuro que deben cumplirse.
Lamentablemente en el caso de México, no es así. Los gobiernos gastan mal y, además, lo hacen con fines electorales al cierre de cada periodo, el daño que causan es enorme, pero muchas veces no se difunde.
Pero una forma más fácil de saber a cuánto asciende la deuda pública es dividiéndola entre la población de México, así sabemos cuánto le toca a cada mexicano ‘pagar’ por el endeudamiento de esta administración y las anteriores.
Para no irnos a otras épocas que las nuevas audiencias muchas veces se sienten demasiado lejanas, veamos el caso más reciente, el de la administración pública federal anterior, a cargo de Enrique Peña Nieto.
Para muestra un botón
Un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), señala que la anterior administración subestimó sus ingresos y gastó más de lo presupuestado.
No hubo un contrapeso efectivo al Poder Ejecutivo que revisara las variaciones al presupuesto y las ampliaciones al gasto.
En el sexenio pasado se dejaron de ejercer 149 mil millones de pesos en inversión pública, 25 por ciento menos de lo aprobado.
De esta manera, el PIB creció 15.3 por ciento entre 2012 y 2018, mientras que en el mismo periodo la deuda pública creció 46 por ciento en términos reales.
El anterior gobierno gastó en total 1 billón 823 mil millones de pesos adicionales a lo originalmente previsto.
Estimó gastar 20.7 billones de pesos, cuando en realidad gastó 22.5 billones de pesos.
El IMCO también llega a una conclusión muy preocupante:en el sexenio anterior los presupuestos de egresos aprobados por la Cámara de Diputados no fueron confiables, pues las cuentas públicas no reflejan lo autorizado por los legisladores. No existió un contrapeso efectivo al Poder Ejecutivo que revisara las variaciones al presupuesto y las ampliaciones al gasto.
Esto no lo menciona el IMCO, pero la conclusión anterior es una auténtica calca sexenal, se repite de forma permanente en el último medio siglo.
Los mexicanos debemos cada vez más
Como señalamos, las consecuencias para los mexicanos “de a pie” son muchas veces poco conocidas.
A causa del endeudamiento, los ciudadanos de este país cada vez debemos más.
El IMCO señala en su análisis que al inicio del sexenio del presidente Felipe Calderón Hinojosa, cada mexicano debía 37 mil 837 pesos, mientras que al final del sexenio pasado la deuda per cápita ya se había incrementado a 66 mil pesos.
La estimación del año 2021, posterior a la fase más aguda de la pandemia, señala que la deuda de cada ciudadano del país estaba ya en 99,000 pesos. Y más recientemente, un análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) señala que la deuda de cada mexicano al final del sexenio será de 126,000 pesos, incluyendo desde recién nacidos hasta las personas de mayor edad.
“Las niñas y niños estarían heredando obligaciones sin que exista una fuerte inversión en su educación y en los cuidados que requieren para su bienestar”, advierte el CIEP en su análisis: El déficit y la deuda de los CGPE 2024: Postergar decisiones y heredar obligaciones”.
El siguiente gráfico, elaborado por el CIEP, muestra la evolución de la deuda per cápita desde 2008 hasta la estimación de 2024. De acuerdo con estas proyecciones, la deuda pública (interna y externa) será de 126,000 pesos por cada mexicano.
De este modo, considerando los tres sexenios más recientes, se deriva que el endeudamiento per cápita en México ante la contratación de deuda gubernamental para financiar la operación deficitaria de los gobiernos, se ha incrementado un 281 por ciento entre 2006 y lo que se estima subirá en 2024.
El CIEP alerta que se mantienen los viejos vicios en las finanzas públicas de México, aumenta el desequilibrio fiscal y aumentan las obligaciones financieras para las siguientes generaciones:
“Nuevamente, se deja sin enfrentar los problemas estructurales tanto de ingresos como de gasto público a nivel federal y subnacional. Adicionalmente, acorde con lo establecido por la LFPRH, artículo 17:
- Las metas propuestas para los RFSP no se cumplen.
- El desequilibrio presupuestario aumenta.
- Los plazos para regresar al equilibrio tampoco se cumplen y se postergan año con año.”
Este centro prevé que en 2029, la relación deuda per cápita ascenderá a 138,598 pesos por persona.
Hablar de endeudamiento se dice fácil, pero sus consecuencias suelen ser devastadoras. En un país como México esa deuda la terminan pagando los contribuyentes cautivos y las generaciones que ni siquiera han nacido.
El endeudamiento es una constante en la administración pública federal, desde luego se explica por la ineficiencia histórica de no poder incorporar a millones de trabajadores a la economía formal, entre otras cosas.
Un gasto discrecional sustentado en la deuda, muchas veces con tintes electorales, lo único que hace es empeñar el futuro de millones de mexicanos. Y es una tendencia que data de hace medio siglo.
Este artículo fue publicado originalmente en Altonivel.com.mx el 27 de septiembre de 2023.
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