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Desde inicios de año, las agencias calificadoras han bajado la nota crediticia a Pemex y al gobierno federal. AMLO cuestiona sus acciones y hasta su profesionalidad.
Las tres agencias calificadoras más importantes son Fitch, Moody’s y Standard & Poor’s y su función es emitir opiniones sobre el riesgo crediticio de un emisor de deuda.
En otras palabras, expresan la capacidad y voluntad de un deudor, sea una empresa o un gobierno, de hacer frente a sus obligaciones financieras.
¿A quiénes beneficia esto?
Las calificadoras ayudan tanto a los emisores de deuda a conseguir dinero, así como a los inversionistas, quienes compran la deuda y necesitan conocer a quién le prestan.
Cómo realizan las calificaciones?
Las agencias elaboran sus notas con base en modelos matemáticos, la información proporcionada por el deudor y otros indicadores financieros y no financieros.
¿Quién les paga a las calificadoras?
Estas agencias tienen dos fuentes de ingresos: en la primera los deudores les pagan para recibir una calificación, y la segunda con suscripciones de quienes necesitan la información.
¿Y es ético recibir dinero de la entidad que calificas?
Aquí hay un conflicto de interés, pero las agencias afirman que hay independencia en los analistas que elaboran las notas y entre quienes firman los contratos con los emisores.
¿Y nunca se han equivocado?
Han estado en medio de escándalos, como el de la crisis económica de 2008, pues dieron buenas calificaciones a instrumentos respaldados en hipotecas basura.
¿Por qué bajan las calificaciones de Pemex y el gobierno?
La petrolera estatal tiene una muy pesada deuda y su producción de crudo está en declive. El gobierno es el principal aval de Pemex y eso lo pone en una situación delicada.
¿Qué pasa si pierden el grado de inversión?
Al bajar su calificación, conseguir financiamiento se vuelve más caro, lo que pone en riesgo las finanzas públicas del país y la economía en general.