Desde que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, inició una guerra comercial contra China, la segunda economía más grande del mundo, las tensiones entre ambas potencias han escalado de tal modo que este conflicto, en el que los aranceles a importaciones son una arma, puede provocar una gran disrupción en la economía mundial.
El 2 de diciembre, los gobiernos de estos países acordaron en la cumbre del G20 en Buenos Aires, Argentina, un ‘cese al fuego’ en este conflicto comercial, pero este será temporal, pues las dos potencias ya no pueden dar marcha atrás.
Por un lado, el objetivo de Donald Trump es reducir el déficit comercial que tiene EU con China, de aproximadamente 375,000 millones de dólares y, además, Washington trata de contrarrestar a Beijing como una potencia tecnológica, por ello en esta guerra también quiere limitar las exportaciones norteamericanas de tecnología hacia Oriente.
Por otro lado, China no detendrá su carrera tecnológica e industrial, comenta Phillip Orchard, experto en geopolítica y asuntos internacionales, en un artículo para el sitio Geopolitical Futures.
“Para lidiar con el aumento de los salarios, la desaceleración del crecimiento y una perspectiva demográfica poco envidiable, China necesita hacer una loca carrera en la cadena de valor de la fabricación en los sectores de alta tecnología”.
Este es un recuento que ha hecho también Geopolitical Futures sobre la guerra comercial desde su inicio, hasta el último suceso importante:
Enero 22
El presidente Donald Trump impone tarifas de 30% sobre las importaciones de paneles solares y tarifas de 20% sobre las lavadoras provenientes de China
Febrero 16
EU considera tarifas de 24% sobre el acero y de 7.7% en el aluminio. Este movimiento afectaría a varios aliados de Estados Unidos
7 de marzo
La Unión Europea amenaza con medidas de represalia, como aranceles sobre productos agrícolas estadounidenses, como mantequilla de maní y jugo de frutas.
22 de marzo
Trump planea aranceles anuales de 50,000 millones de dólares en importaciones chinas, incluyendo robots y trenes de alta velocidad. China anuncia tarifas de 3,000 millones de dólares en productos de EU, en respuesta a los aranceles al acero y aluminio.
23 de marzo
Trump garantiza exenciones a los aranceles al acero y aluminio de la Unión Europea, Australia, Argentina, Brasi, y Corea del Sur.
2 de abril
Beijing impone aranceles del 25% en productos porcinos de EU, 15% en vinos, frutas y granos, además de tuberías de acero usadas en la industria petrolera.
3 de abril
EU pone en la mira importaciones chinas por un valor de 50,000 mdd, incluyendo, pantallas planas, partes de aviones y baterías.
4 abril
China responde con aranceles en 50,000 mdd de exportaciones estadounidenses, incluyendo productos de industria aeroespacial, grano de soya y vehículos de motor.
5 de abril
Trump sube el tono de la disputa y agrega aranceles en 100,000 mdd en productos chinos
29 de mayo
Después de que el secretario del Tesoro de EU, Steven Mnuchin, dijera que los aranceles a China estaban “en espera”, la Casa Blanca emite un comunicado diciendo que impondría tarifas adicionales de 50,000 millones a productos chinos.
15 de junio
La Oficina de Comercio de EU (USTR), publica una lista de productos a los que se les aplicará una tarifa de 25% y que se impondrán en dos fases, empezando la primera el 6 de julio.
China responde actualizando su lista de represalias, agregando tarifas de 25% a 45,000 mdd en productos que EU exportó a la economía asiática en 2017.
18 de junio
En respuesta a las represalias de China, el presidente Trump pide a la USTR que identifique productos chinos por un total de 200,000 mdd para agregarles un arancel adicional del 10%.
6 de julio
Las aduanas de Estados Unidos comienzan a imponer cobros por 34,000 millones de dólares en bienes chinos.
20 de julio
Trump amenaza con imponer aranceles a todas las importaciones de China.
24 de julio
El gobierno de EU anuncia que dará subsidios de hasta 12,000 mdd a granjeros norteamericanos por las pérdidas que sufrieron en sus exportaciones, derivadas de las acciones que emprendió Trump contra los productos chinos
1 de agosto
La USTR considera una tarifa de 25% en vez de una de 10% para una lista de productos que publicó el de 10 julio.
3 de agosto
China advierte que podría agregar aranceles de ente 5 y 25% en 60,000 millones de dólares de productos norteamericanos.
23 de agosto
Estados Unidos y China implementan impuestos de 25% en importaciones de 16,000 mdd.
24 de septiembre
EU implementa aranceles del 10% en 200,000 millones de dólares en productos chinos, con un incremento de 25% en las tarifas programado para el 1 de enero de 2019.
China responde con aranceles de entre 5 y 10% en bienes estadounidenses.
19 de noviembre
EU publica una lista en la que propone controlar las exportaciones de artículos tecnológicos hacia China.
2 de diciembre
Estados Unidos y China acuerdan retrasar la imposición de tarifas propuestas el 24 de septiembre por 90 días mientras siguen las conversaciones entre ambos países.
¿Una nueva Guerra Fría?
Hay muchas razones para pensar que las dos potencias más grandes del mundo se encaminan hacia una Guerra Fría como la que protagonizaron Estados Unidos y la Unión Soviética en el Siglo XX. No obstante, aún queda muy lejos la posibilidad de que ambos países tomen un distanciamiento tan grande y rompan completamente relaciones, opina Phillip Orchard.
“Si los Estados Unidos no pueden obligar a China a cambiar, eventualmente perderá interés en medidas inútiles que cortan el comercio en áreas donde el comercio es mutuamente beneficioso.”
Y para que ocurra con China lo mismo que pasó en Moscú hace casi 30 años, tienen que pasar muchas más cosas: “Si el objetivo primordial es contener a China o derribar al partido en el poder, entonces los Estados Unidos necesitarán todas las herramientas a su disposición para hacerlo.”
Para leer más: ¿Vuelven las armas de la Guerra Fría? EU acusa a Rusia de violar Tratado de Armas