El Instituto Nacional de Antropología e Historia informó en un comunicado que la antigua cubierta de la Etapa II del Templo Mayor comenzó a ser retirada por investigadores y especialistas. Operación que se espera lleve unos días, para inmediatamente colocar la nueva que será permanente.
La dependencia federal detalló que se requirió una minuciosa preparación debido a la complejidad y fragilidad de los vestigios históricos, algo a lo que se suma las condiciones únicas del subsuelo del Centro Histórico de la Ciudad de México, cita La Jornada.
El Templo Mayor está segmentado en siete etapas, y la segunda destaca por contener los vestigios mejor conservados de las dos capillas que el recinto alojaba en la época prehispánica, una al norte, la cual está consagrada al dios de la lluvia, Tláloc; mientras que la segunda, al sur, estaba dedicada al dios de la guerra y tutelar de los mexicas, Huitzilopochtli.
La construcción de esta estructura está fechada entre los años 1376 y 1427 d.C. y está ubicada en el centro de la actual zona arqueológica, motivo por el cual, señala el diario se ha requerido de un arduo esfuerzo en materia logística y en aspectos de conservación, con el fin de proteger las capillas, escalinatas y pisos de estuco originales que preserva.
Justamente previo al desmonte de la antigua cubierta se colocaron elementos de protección en la estructura arqueológica entera de la Etapa II. Asimismo se supervisó a una empresa contratista, ganadora de la licitación para el proyecto, durante la instalación de una cubierta provisional.
Esta estructura tiene una superficie de 452 metros cuadrados y se colocó entre el techo antiguo y la Etapa II, con el fin de evitar que durante los procesos de trabajo hubiera caída de material hacia los vestigios, proveyendo también protección de los mismos ante las lluvias y otros fenómenos climáticos durante el retiro de la cubierta.
Los especialistas señalaron que se tiene previsto que en los próximos días quede completamente desmontada la anterior cubierta para de inmediato colocar la nueva, la cual será definitiva y tendrá un área de 475 metros cuadrados.
Esta protección será realizada con el mismo sistema de tridilosa utilizado para resguardar la Casa de las Águilas y los dos Templos Rojos del recinto, esto con el fin de guardar una armonía estética y tecnológica, ya que dicho sistema es el más apto para las condiciones de conservación del Templo Mayor, señala el diario.
Fuente: La Jornada.