Ayer domingo fue el segundo debate de las elecciones presidenciales del próximo 1 de julio. Esta vez fue organizado en la Universidad Autónoma de Baja California (UABJ) y moderado por los periodistas León Krauze y Yuriria Sierra.
El formato consistió en un foro abierto con público que hizo preguntas a los candidatos a la presidencia, quienes no dejaron la oportunidad para lanzarse acusaciones uno al otro.
Haciendo de lado estos señalamientos, recogemos las propuestas y posturas de los abanderados presidenciales en cuatro de los temas principales en los que se enfocó el segundo debate
Renegociación del TLCAN y política exterior
Jaime Rodríguez Calderón propuso una postura más dura frente al gobierno de Estados Unidos en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), como buscar otros mercados a los que comprarles y venderles productos. Inclusive sugirió que, como arma de negociación, se nacionalice la banca en manos de firmas estadounidenses y puso como ejemplo expropiar a Citibanamex.
José Antonio Meade no hizo una propuesta específica para la renegociación del acuerdo comercial y tardó en contestar la pregunta del moderador León Krauze, sobre si había sido un error del presidente Enrique Peña Nieto invitar a Los Pinos a Donald Trump en plena campaña presidencial en Estados Unidos. No obstante, el abanderado del PRI resaltó que el TLCAN sigue en negociación mientras que Estados Unidos ya se ha salido de varios acuerdos internacionales, como el TPP, el Acuerdo de París Contra el Cambio Climático o el acuerdo con Irán para detener su programa nuclear.
Ricardo Anaya optó por una postura más fuerte con el gobierno de Donald Trump para poner “las cosas sobre la mesa”. Preguntado por la moderadora Yuriria Sierra sobre si estaría dispuesto a terminar con acuerdos bilaterales con EU como una herramienta de presión en la negociación del TLCAN, el candidato de la coalición Por México al Frente se mostró abierto a esta posibilidad.
Andrés Manuel López Obrador se concentró en la idea de que México debe negociar el TLCAN “con autoridad moral”, debido a que un gobierno acusado de corrupto pierde fuerza ante su interlocutor. Reiteró sus propuestas de fortalecer la economía interna del país, incentivar las actividades agropecuarias y reducir la compra de gasolinas desde Estados Unidos.
Incremento al salario mínimo
Un asistente al debate preguntó cuál era la postura de los candidatos presidenciales sobre el incremento al salario mínimo. Andrés Manuel López Obrador se mostró de acuerdo con esta medida y propuso que se aumentará al doble en la zona fronteriza. Cabe recordar que el salario mínimo actual es de 88.36 pesos, homologado en una sola área geográfica en todo el país.
Ricardo Anaya también se mostró a favor de la propuesta y prometió que, de ganar la presidencia, aumentará el salario mínimo a 100 pesos en su primer año de mandato y duplicarlo al término del cuarto año.
Jaime Rodríguez dio una cifra más precisa en su propuesta: 335 pesos de salario mínimo diario es lo que propone el candidato independiente al inicio de su gobierno en caso de ganar las elecciones presidenciales, aunque reiteró que imponer un salario mínimo no sirve.
Por su parte, José Antonio Meade reprochó que los demás candidatos compitan por quién da más en el salario mínimo “como lo hacía José López Portillo”, y aseguró que sólo con más inversión mejorarán las condiciones de muchos trabajadores.
Seguridad fronteriza y combate al crimen organizado
Ricardo Anaya Cortés indicó que el combate al narcotráfico le cuesta mucho a México en vidas humanas, pero que no hay reciprocidad de Estados Unidos en enfrentar este problema pues, según el candidato de la coalición PAN-PRD, cada año entran 200,000 armas al país a través de la frontera norte, aunque no mencionó una medida en específico para involucrar más a Estados Unidos.
Por su parte, José Antonio Meade indicó que no se tiene un protocolo de seguridad aduanal para prevenir la entrada de armas a México y prometió hacer las aduanas “impenetrables” para el crimen, también reiteró la propuesta de cortar los flujos de dinero a la delincuencia organizada.
Jaime Rodríguez también mencionó el tema de las aduanas pero, como suele ocurrir con el candidato independiente, su propuesta fue más radical: cambiar a todos los que trabajan en las aduanas y “de ser posible, mocharles la mano”, haciendo alusión a su controvertida proposición del primer debate de cercenar una mano a los funcionarios corruptos.
Por su parte, Andrés Manuel López Obrador no mencionó una medida en específico como los demás candidatos y dijo que “la violencia no se combate con más violencia”, recordando la estrategia del gobierno de Felipe Calderón y reiteró su idea de que la inseguridad se combate reduciendo la pobreza.
Migrantes centroamericanos y México en el mundo
Meade Kuribreña mencionó que el tema de migración desde Centroamérica se tiene que trabajar con los gobiernos estatales y aseguró que muchos no quieren cruzar hacia Estados Unidos, sino aprovechar los nexos culturales, de inversión y turismo con el sur del país, y reiteró su propuesta de mayor inversión en esta región del país.
Por su parte, López Obrador prometió que, de ganar, propondrá a Estados Unidos y Canadá firmar una “alianza por el progreso” que beneficie a Centroamérica como una forma de reducir la migración. “Lo importante es la vida. Los inmigrantes se juegan la vida y debemos trabajar por ellos”, dijo el político tabasqueño, quien no dio más detalles sobre en qué consistiría esta alianza.
Por otro lado, propuso a Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) como embajadora de México ante la ONU.
Ricardo Anaya prometió más cooperación con los países centroamericanos a través de programas. “Un peso invertido en cooperación vale mucho más que invertir en un absurdo muro”, dijo el candidato sobre la intención de Donald Trump de construir una barrera en la frontera entre México y Estados Unidos.
Jaime Rodríguez Calderón, por su parte, dijo que debe utilizarse dinero de los partidos políticos en programas de inversión y trabajo para los migrantes y reconoció que no se puede “exigir a Trump que trate bien a México si no tratamos bien a otros países del continente. Debemos ser congruentes”