El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, refrendó su plan de combate a la corrupción como base para el crecimiento económico durante su mandato, además de una política de austeridad con la que su gobierno espera conseguir recursos adicionales.
Durante un informe a propósito de sus primeros cien días de gobierno, el mandatario indicó que se obtendrán 700,000 millones de pesos con las distintas medidas. De esta cantidad, 200,000 millones vendrán de ahorros en adquisiciones, 300,000 millones del combate a la corrupción y 200,000 millones de su plan de austeridad, aunque no dio más detalles sobre cómo obtendrán estos fondos.
Reiteró el compromiso de no incurrir en desbalances en las finanzas públicas y a no aumentar o crear nuevos impuestos.
“No tendremos necesidad de alterar, bajo ninguna circunstancia, los equilibrios macroeconómicos, no gastaríamos más de lo que ingresa a la hacienda pública, tampoco nos endeudaremos para financiar el presupuesto.”
También reafirmó su apuesta de alcanzar un crecimiento promedio anual de 4% del Producto Interno Bruto durante su sexenio, pese a que distintas instituciones y analistas han reducido sus perspectivas económicas para este año.
La economía crece poco, pero no hay ni asomo de recesión como quisieran nuestros adversarios o como pronostican con mala fe sus analistas. Se van a quedar con las ganas.
El político de origen tabasqueño llega a los primeros cien días de su gobierno con un alto índice de aprobación pese a diversas acciones y sucesos que trajeron críticas de diversos sectores de la población, como la cancelación del nuevo aeropuerto en Texcoco, la disrupción en el abasto de gasolina como consecuencia del presunto combate contra el huachicoleo, el accidente aéreo en el que perecieron Martha Erika Alonso y Javier Moreno Valle, gobernadora y exgobernador de Puebla, estado muy disputado por Morena, el partido del presidente, en las elecciones pasadas; y la reducción de presupuesto en estancias infantiles y mujeres en situación de violencia.
En un mensaje de alrededor de hora y media, López Obrador enumeró varios de los compromisos que hizo durante su campaña y después de tomar posesión como presidente de la República. Afirmó que ha cumplido más de 60 de los cien compromisos que ha hecho.
La oficina de Presidencia difundió un documento que enumera los compromisos cumplidos y en proceso, aunque no ofrece cifras, métricas o datos para comprobar el desempeño de los objetivos.
López Obrador también aprovechó para criticar de nuevo la reforma energética y refrendar sus intenciones de rescatar a Pemex, aunque las agencias calificadoras desconfían del plan y de aumentar la inversión en la Comisión Federal de Electricidad.
“Vamos a rescatar la industria petrolera y eléctrica de la nación, que fue saqueada impunemente durante el periodo neoliberal, afectada por corrupción e ineficiencias. A cuatro años de su aprobación, la reforma energética redujo la inversión pública y privada en el sector; se produce menos petróleo crudo, menos gasolinas, menos productos petroquímicos, menos electricidad, aumentaron los precios de los combustibles, los ingresos a la hacienda pública disminuyeron y los contratos incrementaron la deuda tanto de Pemex como la CFE.”
