A pesar de que más veces los temas de la inclusión de la comunidad LGBTTI en muchas sociedades ya es algo común en muchos aspectos, pareciera que en el deporte esa inclusión no existe, y es que aunque muchas veces deportistas han declarado abiertamente que son parte de esta comunidad, estos anuncios los hacen cuando su carrera ha concluido o luego de reflexionar demasiado si lo hacían o no, ya que consideran que esto podría ser contraproducente para su carrera.
Y es que aunque existe el caso de deportistas que en activo han declarado su preferencia sexual de manera abierta, como el reciente caso del jugador de los Raiders, Carl Nassib, quien hizo esta declaratoria a través de su cuenta de Instagram, y su vida ha podido continuar como sin nada, está el caso también del futbolista inglés de origen nigeriano, Justin Fashanu, quien a pesar de ser conocido como el deportista afrodescendiente del millón de libras, al ser el primer deportista de esa etnia en ser traspasado por esa cantidad de dinero, al confesar sus preferencias sexuales en 1990 se convirtió en el blanco de burlas de las aficiones rivales e incluso la de su propio equipo. Justamente por este terrible caso cada 19 de febrero (fecha del nacimiento del jugador) se conmemora el Día Internacional contra la Homofobia en el Deporte.
Además de Fashanu y Nassib, ¿qué otros deportistas han hablado de sus preferencias sexuales? Uno de ellos fue Olivier Rouyer, un ex futbolista francés, quien también decidió hablar de este tema. De igual manera otros personajes del ámbito del futbol son: Thomas Beattie (inglés), Mapi León (española), Laura del Río (española), María Miret (española), Thomas Hitzlsperger (alemán), Megan Rapinoe (estadounidense), Robbie Rogers (estadounidense) y Collin Martin (estadounidense).
En el futbol americano, aparte de Nassib está Michael Sam (estadounidense).
En el ámbito de la natación: Víctor Gutiérrez (español), Carlos Peralta (español), Ian Thorpe (australiano), Tom Daley (inglés), Greg Louganis (estadounidense) y Carlos Peralta (español).
Los atletas LGBTTI en alguna de las disciplinas del atletismo son: Dutee Chand (India), Kerron Clement (atletismo) y Caster Semenya (sudáfricana).
Básquetbol: Sebastián Vega (argentino), John Amaechi (britanico-estadounidense), Jason Collins (estadounidense), Marta Xargay (española), Brenna Stewart (estadounidense) y Daniel Arcos (chileno).
Boxeo: Orlando Cruz (puertoirriqueño), Vanesa Caballero (española).
Rugby: Gareth Thomas (galés) y Keegan Hirst (británico).
Tenis: Martina Navratilova (checa) y Amelié Mauresmo (francesa).
Además del judoka español, Marc Fortuny; el patinador español Javier Raya; el jinete español, Kike Sarasola; la balonmano española, Marta Mangue; la esgrimista española, Gema Hanssen-Bey; el golfista estadounidense, Tadd Fujikawa; el esquiador británico-estadounidense, Gus Kenworth; el futbolista de sala español, Izaro Antxia y el ciclista español José Rojas.
Y aunque pareciera que sue ha vuelto normal que haya deportistas LGBTTI en todos los ámbitos, lo cierto es que, como dice el medio alemán DW, la “salida del clóset” de un deportista profesional sigue siendo noticia porque son pocos los que se atreven a hablar públicamente de su orientación sexual o identidad de género, esto debido a, como se señaló anteriormente, sienten que eso podría resultar contraproducente para su carrera.
Y es que de acuerdo con un un estudio a escala europea realizado por investigadoras de la Universidad de Colonia, Alemania, en ese país centro europeo el rechazo a la comunidad LGBTTI en el ámbito deportivo se manifiesta en expresiones vejatorias y en discriminación por las preferencias sexuales de los deportistas.
En el caso de México, Iván Lara, miembro de la Asociación Nacional del Deporte LGBT+ refirió que: “sabemos que en la liga mexicana hay varios gais, pero tienen que ser tapados”, e insistió que son los clubes los que tienen que educar a su afición al ser empresas con responsabilidad social.
Al final, para que la situación de los deportistas LGBTTI mejore, activistas consultados por la DW coinciden en que se tiene que dar con educación, sensibilización y políticas que conduzcan a que la situación de los deportistas pertenecientes a ese colectivo puedan seguir desempeñándose sin recibir discriminación por parte de nadie.
En el caso de las políticas se podría decir que la FIFA y la UEFA, así como otras organizaciones deportivas tratan de hacer lo suyo para evitar conductas inapropiadas de las aficiones al sancionar gritos homofóbicos o racistas en los encuentros en los que tienen competencia e instando para que las confederaciones afiliadas hagan lo propio.
Sin embargo, la UEFA ha tenido dos tropezones en fechas recientes, ya que primero estuvo en la mesa una sanción a Manuel Nuer, capitan y portero de la selección alemana por portar una banda de capitán con los colores del arcoíris. Sin embargo el domingo se permitió que el cancerbero teutón pudiera llevar esa banda durante toda la Eurocopa.
También la organización deportiva europea impidió que el Allianz Arena, estadio en el que se jugaría el duelo entre Alemania y Hungría en fase de grupos de la Eurocopa, se iluminara con los colores del arcoíris, ya que los alemanes querían protestar porque en Hungría se aprobó una ley que prohíbe que se enseñe material sobre la homosexualidad a menores de edad, lo que señalan es una violación a los derechos de la comunidad LGBTTI. Sin embargo, la UEFA se negó a que esto pasara argumentando que entendía la intención del gobierno local de enviar un mensaje para promover la diversidad y la inclusión pero destacó que es una “organización neutral en política y religión”.
Y aunque al final no se permitió formalmente que el Allianz Arena se iluminara de esa manera otros clubes de la Bundesliga decidieron que en sus estadios si lo harían. Como el caso del Eintracht.
Fuentes: Marca | 20 minutos | DW | El Financiero.