Los siglos pasan y se convierten en historia, misma que muchos buscan devela, aunque en esta búsqueda los rústicos picos y palas que se usaban para buscar vestigios como las pirámides o las ciudades envueltas en mitos en segundo plano, ya que ahora se empiezan a utilizar “nuevas” tecnologías, como los rayos X, para poder admirar con nuestros ojos cómo fue el pasado de la humanidad.
En palabras de la arqueóloga española y profesora de la Universidad de Padua, Alexandra Chavarría, en entrevista para el periódico El Comercio, la tecnología ha permitido que se tengan visiones del pasado que hace 15 años no se tenían consideradas, ya que con estudios de los isótopos estables a los huesos, se puede llegar a determinar la dieta de los individuos.
Abundó la especialista que con las nuevas tecnologías, como la teledetección, las fotografías de satélite, fotogrametría o las termocámaras se puede llegar a conocer mucho más de la vida cotidiana de toda la sociedad, no sólo las de clases altas.
Otra tecnología que se usa para la arqueología es la infografía, la cual define Sergio Ortiz Moreno, académico en Historia para la Universidad de Sevilla, como la elaboración de imágenes mediante computadora a través de la realidad virtual, la cual implica no solamente la reconstrucción de edificios, también de los paisajes. Pero advierte que el uso de la tecnología en la arquelogía debe tener un pro´pósito definido, porque se puede caer en errores en excesos, como datos incorrectos, anacronismos, o no conocer los límites de la restitución virtual arqueológica, sobre todo cuando no se cuenta con la información suficiente.
Por su parte, Walter Trillmich, director del Instituto Arqueológico Alemán, señaló durante la inauguración del XVIII Congreso Internacional de Arqueología en 2013 en Mérida, España, que las tecnologías como el GPS han ayudado en investigaciones como la relacionada a la repartición de tierras durante el Imperio Romano.
Mientras que José María Álvarez, director del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, España, señaló en una entrevista a El País en ese mismo evento que hablarían “de los últimos avances técnicos y de empleo. Somos clásicos, pero vamos con los tiempos” y abundó que la “revolución tecnológica” será piedra angular de la arqueología en el mundo, pero con ventajas e inconvenientes.
Una red para conectar a las TIC y la arqueología
Precisamente sobre este tema en España se cuenta con la European Network of Excellence in Open Cultural Heritage (EPOCH), una red de instituciones culturales de toda Europa que surge de la necesidad de unir las tecnologías de la información y la comunicación con el patrimonio cultural del Viejo Continente, algo a lo que precisamente este evento ha ayudado.
Ya que ante el análisis de las necesidades de las entidades interesadas en el uso de tecnologías en el patrimonio cultural ha existido un vacío importante en la relación entre el mundo del patrimonio cultural y el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), lo que está haciendo más lenta la incorporación de estas últimas a este campo.
Además, el hecho de que haya un escaso conocimiento sobre las necesidades y conductas de los usuarios de la tecnología en patrimonio cultural genera una sensación de frustración, tanto para las instituciones como también para las empresas de TIC interesadas.
Es por eso que el EPOCH ha puesto en contacto el conocimiento y los recursos patrimoniales de especialistas, administraciones, profesionales y expertos en comunicación para conseguir una aplicación efectiva y sostenible de la tecnología digital a la investigación arqueológica y a la conservación del patrimonio cultural en museos, monumentos y emplazamientos históricos.
En este consorcio participan la Universidad Politécnica de Madrid, el Grupo de Investigación Gestión del Patrimonio Cultural y Nuevas Tecnologías, colaborando en análisis de la situación de la investigación, creación de modelos de adquisición de datos y de tratamiento de la información y el proceso de divulgación, organizando seminarios y foros para la interconexión de empresas e instituciones interesadas.
La tecnología que ayuda a entender nuestro pasado
Sobre este tema en México El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) refiere en el libro Arqueología computacional “Nuevos enfoques para la documentación, análisis y difusión del patrimonio cultural”, el cual deriva del trabajo interdisciplinario y multisectorial impulsado a través de la RedTDPC, del Programa de Redes Temáticas de Conacyt, donde se abordan las condiciones técnicas, intelectuales, legales y económicas para que las tecnologías digitales coadyuven a mejorar el análisis y la difusión del patrimonio cultural, y especialmente de la arqueología.
Además de que en una investigación que realizó uno de sus centros, ubicado en Zacatecas, en conjunto con la UNAM en la zona arqueológica de La Quemada, en la cual se utilizó el arqueomagnetismo, donde participó uno de los principales impulsores de esta técnica, el doctor Avto Gogichaishvili, del Servicio Arqueomagnético Nacional del Instituto de Geofísica de la UNAM, técnica que sirve para la datación mediante la detección de ciertos componentes en los materiales arqueológicos que registran las variaciones espacio-temporales del campo magnético terrestre.
Ciertamente cada vez más se irán integrando más y más innovaciones tecnológicas al estudio del pasado, ya que la curiosidad del ser humano es muy grande por ir develando los hechos en su pasado como parte de un interés en su origen.