Entre 2007 y 2016, el dinero en efectivo en circulación pasó del 7% del PIB global al 9% del PIB en un grupo de países que concentran el 80% del PIB global.
En casi todos los países el efectivo en circulación va al alza. En Estados Unidos pasó del 5.9% al 7.9% del PIB en diez años. En Japón pasó del 16.7 al 20% en el mismo periodo.
En el caso de México, el total de billetes y monedas en circulación subió del 4.3 al 7.2% del PIB, es decir, un aumento de casi el 65% entre 2007 y 2016.
Una de las razones por este incremento, de acuerdo con el BIS, es la crisis financiera global, que provocó la reducción de las tasas de interés en el mundo.
“Proporcionamos evidencia de que la creciente demanda de efectivo se debe, en parte, a las tasas de interés más bajas (de ahí un menor costo de oportunidad de mantener efectivo) que han caracterizado el período posterior a la crisis”, dijo en el reporte el BIS, también conocido como el ‘banco de los bancos centrales’.
Miedo tras la crisis
Pero la gente no usa más efectivo para hacer pagos. En México, por ejemplo, el valor de pagos con tarjeta pasó de 4.06% del PIB en 2007 a 8.93% en 2016. De modo que el efectivo fue más utilizado como un medio de ahorro, lo cual se ve reflejado en la mayor demanda de billetes de denominación más alta en la mayoría de los países.
“La continua demanda de efectivo ha sido especialmente notable en las economías avanzadas desde el comienzo de la crisis financiera global, y es probable que sea impulsada como una reserva de valor que como medios de pago”, indicó la entidad dirigida por Agustín Carstens.
En sus conclusiones, el BIS cita, con algo de ironía, al expresidente de la Reserva Federal (Fed) de EU, Paul Volcker, quien dijo una vez que el cajero automático ha sido la única innovación financiera que ha mejorado a la sociedad.